Estaba viendo un podcast hace un momento y lo pausé antes que terminara. La imagen quedó congelada cuando la persona tenía una mueca bastante desagradable, así que pensé avanzar un poco más el vídeo para que luciera más "decente". Si alguna vez han hecho algo parecido, sabrán que es casi imposible. Pero, vaya, nunca he estado hablando con alguien y pensado "Dios mío, qué fea forma de pronunciar la efe" o "durante este milisegundo abrió demasiado los ojos y se ve asustado".
Al igual que nuestra cara, nuestra vida tiene muy pocos momentos perfectos. El gusto por un éxito aislado durará meses cuando mucho, y aún así esos meses están salpicados por peleas menores, choques de tránsito, mala atención en un restaurante, uno que otro dolor en el cuerpo e incluso un corazón roto. Pero si tan sólo nos detenemos un momento a observar el cuadro completo, veremos que aunque cerramos mal los ojos o se nos ven las encías al hablar, somos bellas o guapos, y que tenemos éxito por el solo hecho de ser un poco mejores que ayer, que hace una semana, que antes.
Si quieren verse perfectos, sonrían y tómense una foto. Pero si nos detenemos sólo en lo que podemos hacer bien en la vida, no pasaremos de ser meros maniquíes en una maratón.
Al igual que nuestra cara, nuestra vida tiene muy pocos momentos perfectos. El gusto por un éxito aislado durará meses cuando mucho, y aún así esos meses están salpicados por peleas menores, choques de tránsito, mala atención en un restaurante, uno que otro dolor en el cuerpo e incluso un corazón roto. Pero si tan sólo nos detenemos un momento a observar el cuadro completo, veremos que aunque cerramos mal los ojos o se nos ven las encías al hablar, somos bellas o guapos, y que tenemos éxito por el solo hecho de ser un poco mejores que ayer, que hace una semana, que antes.
Si quieren verse perfectos, sonrían y tómense una foto. Pero si nos detenemos sólo en lo que podemos hacer bien en la vida, no pasaremos de ser meros maniquíes en una maratón.